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Personería Gremial Nº 1855
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Nenucha, ante todo, fue una gran compañera de trabajo, símbolo de militancia sindical y luchadora incansable en los albores de la APUC.
Supo de la rebeldía de hacer valer derechos y conquistas de los trabajadores No Docentes de aquel incipiente gremio que se materializaba bajo su atenta mirada desde su lugar de trabajo en la Facultad de Comunicación de la sede Santa Fe.
Como se dijera, no fue una compañera más, sino que fue parte fundamental en la conformación de nuestro gremio, siempre trabajando al servicio de los intereses de sus compañeros, y de su APUC, al que amó con emoción y pasión.
Nenucha llegó a ser Secretaria General de la APUC antes de obtención de nuestra personería gremial, y su actuación, llena de valores y principios fue apoyada de manera incondicional por dos personas que eran parte de su inmenso cariño como lo fueron nuestro ex Rector "Cocho" Passeggi y el Pbro. Mario Grassi.
Nenu, serás siempre abanderada y bandera de la APUC, la que mantiene intacto el sueño de una vida mejor para todos los trabajadores No Docentes de esta universidad.
COMISIÓN DIRECTIVA DE APUC
"Mujeres de mi país, compañeras:
Creo que hablamos ya un mismo lenguaje de fe, y abrigamos una misma esperanza de superación para el futuro de nuestra patria. Creo que estamos cada jornada más juntas, más íntimamente ligadas con nuestro destino paralelo. Creo que, día a día, aquí y allá, en las fábricas, o en los surcos, en los hogares o en las aulas, se acrecienta esa fuerza de atracción que nos reúne en un inmenso bloque de mujeres, con iguales aspiraciones y con parejas inquietudes. Creo que, al fin, hemos adquirido el claro concepto de que no estamos solas, ni aisladas, sino por el contrario, solidarias y unidas alrededor de una bandera común de combate."
"Conozco a todas y a cada una de mis compañeras. Te conozco a ti, la que
reveló el taller en toda su magnífica fuerza de mujer de voluntad. Sé tus
luchas, sé tus reacciones, sé tus sueños."
"Sí, defendiendo la mesa familiar, y el derecho a un destino menos duro. Defendiendo, en resumen, todo aquello que la mujer tiene el deber de defender: su sangre, su pan, su techo, sus sueños."
"Todo ello, no hace sino unirnos cada vez más, compañeras.